venres, 20 de decembro de 2024

 La magia de los belenes germina en Melide

Por Ana María Pérez Vázquez

                                            


Desde hace tres años se realiza por iniciativa particular la exhibición de un belén en la Iglesia de San Roque durante los días de Navidad. A petición del equipo de técnicos del Museo Terra de Melide se procederá a explicar en detalle cada una de las distintas escenografías que se han expuesto al público y que se están conservando posteriormente con el objetivo de realizar en un futuro una exposición de belenes.

De manera previa, no obstente, sería conveniente hacer algunas puntualizaciones generales sobre el belenismo, pues puede resultar conveniente para explicar a continuación los detalles particulares de las escenografías ya mencionadas.

 

¿Qué es un belén?

Un belén, nacimiento, pesebre o portal, es toda recreación de la venida de Jesús al mundo, escena que propiamente, se conoce como misterio. Pero en los belenes, además, se suelen representar también un conjunto de pasajes bíblicos relacionados con la llegada de Jesús, tales como la anunciación a María, la visitación a Isabel, José y María buscando posada, la llegada de los Reyes Magos, la adoración de los pastores, la huída a Egipto, la matanza de los inocentes por orden de Herodes, el sueño de San José, los esponsales de José y María, la presentación de Jesús en el Templo o el taller de Nazaret de San José.

La primera escena del nacimiento de Jesús se realizó en una gruta de Greccio, región de Umbría ubicada en el centro de Italia, durante el año 1223. La de ese entonces fue una recreación viviente efectuada a instancias de Giovanni di Pietro de Bernardoni, conocido religiosamente como San Francisco de Asis, fundador de la Orden Franciscana, la Orden de las Hermanas Clarisas y la Tercera Orden Seglar. Debido a esa primera representación se venera en el ámbito católico, todos los 4 de octubre, la figura de San Francisco como patrono de los belenistas. Antes de Greccio, sin embargo, existe constancia de representaciones del nacimiento de Jesús en las catacumbas romanas y se cree que la actividad se vincula con el culto romano a los dioses del hogar mediante el empleo de pequeñas esculturas con forma humana para tal fin. 

Belén de San Francisco de Asis, ubicado en el hall del Museo Internacional de Arte Belenista, en Mollina, Málaga. Figuras y escenografía realizadas por José Ángel García.

 En España, durante el reinado de Carlos VII de Nápoles, comenzó a promoverse la difusión de los nacimientos entre la aristocracia pero es a partir del siglo XV que se generaliza la costumbre del belén, siendo en París durante el año 1465 cuando se funda la primera empresa fabricante de figuras de belén y en 1863 se funda en Barcelona la primera Asociación Belenista del mundo.

Durante 801 años la costumbre de recrear el nacimiento de Jesús ha evolucionado para ir mucho más allá de los aspectos religiosos que conllevaba inicialmente, por lo que se le considera hoy como una nueva forma de arte que abarca aspectos de disciplinas y formas de expresión tan diversas como la pintura, la escultura, el modelismo, etc. Esta tradición religiosa ha abierto sus puertas a la imaginación para desplegar un amplio abanico de variantes que en esencia contemplan el mismo discurso de fondo. Esto es, la venida de Jesús en Navidad.

En el año 2022, el Consejo de Ministros de España declaró al belenismo como una manifestación representativa de Interés Cultural Inmaterial por considerar que entre sus valores destaca su contribución a la transmisión de conocimiento de la cultura popular, al mostrar los oficios tradicionales ­­antiguos. Según indica la declaración oficial: “la práctica del belenismo trasciende lo religioso para alcanzar también una dimensión cultural y convertirse en un hecho sociológico”. El belenismoforma parte de una identidad colectiva presente en toda España que comprende tanto la fabricación de figuras por parte de artesanos imagineros, como al colectivo especializado que de forma individual o colectiva (a través de asociaciones) proyecta las escenografías y las construye.

 Tipos de belenes

Según la presentación de la escenografía belenista, los belenes pueden ser abiertos o cerrados. Es abierto o panorámico el belén que resulta visible desde al menos tres de sus lados. Normalmente, está situado más abajo del punto de vista del espectador (quien contempla el belén) y no posee celaje (tela, lienzo o cualquier otro elemento que represente el cielo), tampoco techo, ni estructura que lo cierre, salvo un telón de fondo. Por oposición se entiende que un belén cerrado, también llamado diorama artístico, es el que está dotado de un cajón, armazón o cualquier estructura que encierre o delimite la escenografía. En los belenes cerrados la única vista del belén se realiza desde un solo lado que se conoce como embocadura y a partir de ella se puede observar una composición escenográfica en perspectiva. Por lo general, la composición se encuentra situada a la altura del punto de vista del espectador.

Esquema de la estructura y elementos de un diorama

 

Según la técnica de confección de los belenes estos pueden ser populares o artísticos. Los belenes populares emplean técnicas de montaje básicas, con materiales tradicionales como corcho, serrín de madera o papel. Su presentación es normalmente abierta y no emplea técnicas de perspectiva. La simplicidad del montaje puede conllevar problemas de proporción entre figuras, aunque también es posible que su realizador emplee figuras de gran calidad figurativa y con un tamaño proporcionado entre sí. Los belenes artísticos son los que se realizan empleando técnicas específicas y propias del arte belenista. En ellos se intenta que el paisaje y entorno que muestra el belén sea lo más realista posible y que proporcione al espectador sensaciones similares a la contemplación de una obra de arte. El belenista emplea materiales muy diversos como yeso, madera, poliestireno, pintura, respetando en la realización de una escenografía belenista las reglas de la escala y perspectiva.

Según el estilo de las figuras que se emplean los belenes pueden ser bíblicos o hebreos, cuando recrean los personajes, costumbres y oficios propios de Palestrina en el momento del nacimiento de Jesús. Cuando se usan figuras no bíblicas, los belenes pueden ser costumbristas y regionales, representando personajes de épocas posteriores. Entrarían en este grupo los conocidos y apreciados belenes napolitanos, cuyas figuras están vestidas a la usanza de Nápoles en el siglo XVIII.

Belén Napolitano expuesto en el Museo Internacional de Arte Belenista, realizado por Claudio Mattei y la agrupación Ponte San Pietro, con figuras de Alfredo Molli.

 

 

Según su tamaño los belenes pueden ser miniaturas, ocupando las dimensiones que van desde la cabeza de un alfiler, pasando por una caja de música, una botella, una vasija, un farol decorativo, una mesa, etc. Los más relevantes, según su tamaño, son los belenes monumentales que ocupan varios metros cuadrados de superficie y tienen la particularidad de ser obra de diversos artistas.

Según los personajes, los belenes pueden ser vivientes, al contar con la caracterización de personas reales para recrear las escenas bíblicas, por un lado. Y por otro, están los belenes tradicionales, que usan figuras a escala realizadas en diversos materiales. Estos, a su vez, se subdividen en belenes fijos, que emplean esculturas estáticas, y belenes con movimiento, cuyas figuras tienen mecanismos para realizar movimientos repetitivos.

Esta clasificación no es taxativa. Por el contrario, deja abierta un enorme abanico de posibilidades y tipologías entre las que se contemplan muchos más estilos, materiales y temas, llegando incluso a tocar la denuncia y la crítica social. La constante evolución de técnicas y materiales hace que el belenismo sea una actividad en continua evolución, siendo terreno para el empleo de tecnología innovadoras como el modelado e impresión 3D.

 

Las escenografías de San Roque

Hecha esta introducción es posible hablar de los dioramas artísticos que se han venido exponiendo al público desde la navidad del año 2021, las cuales se conservan a buen resguardo con el objetivo futuro de una exposición de belenes en Melide. Por lo general,  los belenes de San Roque están abiertos al público desde el 8 de diciembre al 7 de enero, de lunes a sábado desde las 17:30 a las 20:30 y los domingos en el horario de la misa. Su visita es totalmente gratuita y está permitido realizar fotos y vídeos del mismo, así como la publicación de este contenido en redes sociales. Los días 24, 25, 31 de diciembre y 1 de enero permanece cerrado, a menos que las referidas fechas coincidan con el día de celebración de la misa en día domingo.

El belén de San Roque tiene la particularidad de que cada año cuenta con una escenografía renovada. Las presentadas hasta el momento tienen como punto común que son dioramas cerrados, que cuentan con un sistema de iluminación especializado que hace posible poder ver las escenas  diseñadas en una fase diurna y nocturna. El material principal con el que se realiza la escenografía cada año es porexpan extruido, un material muy versátil que es posible cortar, texturizar e imprimar para alcanzar resultados muy realistas. Se emplea también escayola, cemento cola, mortero y otros productos similares para la realización de enfoscados y otros efectos constructivos, Pigmentos naturales para dar coloración y plantas naturales preservadas empleadas comúnmente en el modelismo, tales como ramas de tomillo, teloxys aristata, paniculata, musgo finlandés, etc.

Sin más detalles generales y técnicos que añadir, continuamos con una descripción particular de cada uno de los belenes presentados hasta ahora.

 

Año 2022: diorama titulado “En la viña del Señor”

Como su nombre sugiere, se trata de una escenografía cerrada en la que se representa una escena de vendimia para recrear el nacimiento de Jesús. El misterio, con las figuras de San José, la Virgen, el niño, la mula el buey y los tres Reyes Magos se dispuso a la izquierda de la embocadura del diorama, en las ruinas de una casa con un pequeño establo, a la vera del cual se puede ver una noria girando en un canal con agua.

Detalle del Misterio del belén de San Roque, año 2022

Detalle de la noria con agua real del belén de San Roque, año 2022

 

El lado derecho de la composición se destinó a una escena de vendimia. Dos pastores pisan las uvas en un enorme barreño de madera y en una edificación antigua la bodega, con una pared llena de ánforas vinarias. Las edificaciones presentan multitud de detalles árabes, tales como arcos de herradura, de medio punto y mashrabiyas (especie de balcón con celosías). No faltan los pastores de ovejas, la aguadora y los palomares, para representar esos oficios antiguos y completar la ambientación.

Edificaciones con detalles árabes, arcos, mashrabiyas y palomares en la fase de iluminación nocturna.



Año 2023: Descanso en la huída a Egipto

El belén de 2023 presentó una huída a Egipto que tenía como particularidad el empleo de figuras exclusivas y de autoría propia, así como elementos impresos en 3D. Según se desprende de las escrituras religiosas (Mateo 2:13-15) la sagrada familia huyó a Egipto tras advertirle un ángel que Herodes quería matar al niño. De una huída apresurada en plena noche es fácil deducir un viaje difícil y lleno de penurias, a través de rutas no concurridas para evitar ser encontrados.


Detalle de la bodega del belén de San Roque, año 2022


La escenografía muestra la soledad de lo que debía ser ese viaje imprevisto. Sólo están San José, la Virgen María y el niño dormido, acompañados del ángel que les guió y la mula, su medio de transporte. Están reunidos al calor de un fuego con efecto de humo. Portan sólo los enseres indispensables, las herramientas de carpintero de San José, comida y agua para el camino. El pan, que representa el cuerpo de Cristo en la comunión y algunas manzanas, el fruto prohibido del jardín del Edén.

El descanso se enmarca en un templo en ruinas dedicado al culto de la diosa Hathor, símbolo de la maternidad en la cultura del antiguo Egipto. Al fondo a la derecha, gracias a un truco de espejos, se muestra el Arca de la Alianza, reliquia que se según se dice contenía las tablas de los 10 mandamientos  de Dios y que se cree estuvo en algún momento en Egipto, aunque no se conoce la fecha precisa de esto. Las paredes del templo están llenas de relieves dedicados a la Diosa Hathor, capiteles hatóricos y gárgolas de león similares a las que adornan las paredes del Templo de Dendera. Todo el ambiente del belén en un escenario repleto de arena, palmeras y un shaduf (también conocido como cigüeñal, que se usaba para extraer agua de pozos o ríos). En resumen, un oasis de descanso en el que los ibis sagrados se esconden entre la maleza del desierto mientras la Sagrada Familia descansa.

Plano general del belén de San Roque, Huída a Egipto, año 2023

Detalle del templo dedicado a Hathor  con la cámara del Arca de la Alianza, vista a través de un truco con espejos.



Belén 2024: Adoración de los pastores

De los belenes expuestos al público hasta ahora, el de este año es el que cuenta con más licencias artísticas. Se trata de una adoración de pastores ambientada en un templo románico en ruinas. Dos rebaños de ovejas entran a los jardines del claustro, cruzando el umbral de un arco románico que coincide con el punto de fuga de la composición. Los pastores acuden para adorar al niño. De rodillas ante la Sagrada Familia un gaitero y su hijo rinden respeto a Jesús en brazos de la Virgen María, quien lo está amamantando bajo la atenta mirada de San José. Destaca la composición por su sencillez y su efecto de iluminación a contraluz desde los jardines hacia el primer plano, durante la fase de iluminación diurna.

 

Detalles de la escenografía del belén de San Roque, año 2023

Detalles de pastores y misterio del belén de San Roque 2024

Detalles de pastores y misterio del belén de San Roque 2024




La edificación románica cuenta con reproducciones a escala de elementos reales, tales como los capiteles de los grifos enfrentados y otro adornado con acantos, que pueden verse si se realiza una visita al Monasterio de Santa María la Real, en Aguilar de Campoo, Palencia. No destaca mucho menos el campanario, con un rosetón de forja y un fresco miniatura de un Pantocrator rodeado de tetramorfos, reproducción que puede verse a tamaño natural en la Iglesia de Santiago en Carrión de los Condes de Palencia.

Detalle a escala del Monasterio de Santa María la Real, capitel de los grifos, acantos y bóvedas de crucería con arcos apuntalados del belén de San Roque 2024.

 

Detalle de las bóvedas de cañón y horno de la estructura central del belén 2024.


La edificación románica principal se despliega en diagonal a lo largo de la embocadura de derecha a izquierda con una bóveda de cañón que se corta en un ángulo de 30 grados, partiendo de una bóveda de horno que alberga al Misterio y que termina en un derrumbe de la estructura. En un segundo plano se extienden las bóvedas de crucería con arco apuntalado del claustro, realizado todo en perspectiva si se contempla desde la izquierda del diorama. En el campanario, para deleite de los niños que vengan a contemplar el belén, es posible tocar dos campanas.

Detalle del campanario del belén, con la réplica del friso de la iglesia de Santiago de Carrión de los Condes de Palencia.







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